JUNTOS Y REVUELTOS. Alejandro Toledo y Víctor Valdez, cuando engañaban una vez más a los pobladores ucayalinos con el cuento de la reversión de tierras, en marzo del 2006. FOTO: (William Sánchez Peña)
Pucallpa. 09.12.07. No tuvo reparos al consignar en su declaración jurada que era dueño de una “biblioteca de un millón de dólares”. Tampoco que tenía por cobrar sumas millonarias por sus honorarios profesionales como abogado, prestado a diferentes entidades públicas y privadas por un monto de 40 millones de soles, un automóvil marca Odsmobile modelo Delta año 82 por 12 mil dólares, un terreno en Puerto Inca de 600 mil dólares, un terreno en Tournavista de 250 mil dólares, un terreno en Yarinacocha de 105 mil dólares, un terreno en el km. 13,500 de la Federico Basadre de 200 mil dólares, un inmueble en Lima de 70 mil dólares, entre otros bienes. Firmado: Víctor Valdez Meléndez DNI 06744369. Fecha, 28 de junio del 2001.
Se ponía así a buen recaudo, para justificar su desbalance patrimonial cuando dejara de ser congresista por si lo investigaran, a pesar de que en los Registro Públicos de Ucayali, no figuraba ninguna propiedad suya, por lo menos hasta el 31 de agosto del 2001.
En los certificados negativos de propiedad, emitido por los Registro Públicos de Ucayali, en ese año, la verdad sale a flote: “Certifico que en el Registro de la Propiedad Inmueble, a mi cargo, NO aparece inscrito, anotado preventivamente o pendiente de inscripción ningún inmueble a nombre de Víctor Edinson Valdez Meléndez”, indica el registrador. Otro: “Certifico que en el Registro de Propiedad Vehicular a mi cargo, NO aparece inscrito ningún vehículo automotor a nombre de Víctor Édinson Valdez Meléndez”. Firmado, Nicolini Rojas Florencio.
Luego, cuando ya era congresista, utiliza todo su poder para chantajear a la mayoría de autoridades de Ucayali, no solamente al alcalde Luis Valdez, sino también a los alcaldes de los distritos más pobres como los de Iparía e Irazola, por dinero. Primero montaba un psicosocial de ablandamiento reuniendo en las plazas a los vecinos para recibir denuncias contra las “malas autoridades”, como lo ocurrido en enero del 2002, en San Alejandro a cuyo alcalde le exigió 15 mil soles, mandando para ello a sus “asesores” (Oswaldo Freytas, Elider Puga y Teddy Daza) para que quede en nada, una supuesta investigación por corrupción en ese municipio.
¿Alguien que maquina y hace todo eso está loco? No, lo hace planificando muy bien. ¿Alguien que miente hasta en su declaración jurada ante el primer poder del Estado, es creíble, es confiable?
Ahora ante el nuevo escándalo desatado al descubrirse que estaba al servicio del narcotraficante Fernando Zevallos Gonzales “Lunarejo”, cuando era congresista, hace lo que mejor sabe hacer: negarlo todo y mentir.
Es más, se burla de sus propias declaraciones y la de su socio César Huamán Fernández, publicada el 5 de diciembre en el diario Ahora. Y con total cinismo dice que tales declaraciones las maquinó con Huamán Fernandez, ya que no tiene ninguna intención de deshacerse de sus propiedades. Burlándose también del reportero que elaboró la nota.
Es difícil saber cuándo Víctor Valdez miente y cuándo dice la verdad. ¿Dirá la verdad cundo niega haber pedido apoyo a Aerocontinente para alimentar a la turba que atacó el Palacio Municipal en enero del 2004? ¿Dice la verdad cuando sale en su canal de televisión pontificando sobre el Derecho y contra la corrupción, acompañado por sus socios César Huamán Fernández y Miguel Granda Daza? ¿Le dijo la verdad a esa pobre gente a la que utilizó con la esperanza de la reversión de tierras? Y un largo etcétera.
Por lo demás es de esperar que sea investigado por los indicios y evidencias hallado en su contra. Ahora que ya no tiene inmunidad (impunidad) parlamentaria y que su amigote Alejandro Toledo ya no está en el Poder, puede que las instancias pertinentes lo investiguen de manera independiente y sin presiones políticas.
También debe ser investigado por su desbalance patrimonial. Sustentar la procedencia de sus millonarias posesiones, que por cierto la Sunat debe tenerlo registrado, para que demuestre que todos sus bienes son de procedencia legal.
Por último. ¿En los cinco años como parlamentario qué casos de corrupción ha fiscalizado, dónde están los resultados de su labor como congresista de la República?
FIN