Cae extorsionador infiltrado en la prensa pucallpina
Pucallpa. 05.12.2012. El diario Ímpetu publica hoy que se trata de un tal Luis
Enrique Morales Ocmin quien tenía un
programa en el canal 21 de la televisión local y que además trabajaba en el
área de comunicación de la Dirección Regional de Transportes y Comunicaciones (hace unos seis meses laboraba como operador técnico de la filial local de América TV.
La nota informativa del reportero Tony Reátegui en
Ímpetu, señala que el sujeto fue detenido la tarde de ayer cuando ya tenía en
su poder, seis mil nuevos soles que había recibido producto de una presunta
extorsión al presidente del Directorio de la empresa Olamsa.
El detenido había elaborado spots publicitarios para esta
empresa y aprovechando las facilidades que le daban, tomó videos y fotos sobre
la forma en que Olamsa contamina con sus deshechos el río Neshuya.
Con ese material pretendía extorsionar a sus directivos amenazando
con difundirlo en todos los medios locales, sobre la contaminación del río
Neshuya. Que por cierto lo hizo, pues salió publicado en el diario Ahora.
Luego amenazó nuevamente a los de OLAMSA, señalando que esta
vez los informes de contaminación llegarían a los programas de la televisión
nacional y, para evitarlo deberían pagar 20 mil nuevos soles.
Se dijo que los de OLAMSA querían llegar a un acuerdo y
desembolsaron una cantidad de dinero no precisada. Sin embargo, la extorsión no
paraba y decidieron que el caso sea puesto en conocimiento de las autoridades.
Cuando la “negociación” había quedado en 15 mil nuevos
soles, el sujeto sugirió un almuerzo en el restaurant La Maloka para la entrega del dinero.
Para entonces dos policías, un fiscal y un auxiliar del
Ministerio Público los aguardaban en el restaurante elegido haciéndose pasar
por comensales.
A la 1:30 de la tarde de ayer llegaron a la cita Luis
Enrique Morales y el presidente del Directorio de OLAMSA, William Aylas Egoávil
(46).
Cuando el dinero fue entregado, después de almorzar, los
policías y fiscales se pusieron los chalecos e intervinieron dando cuenta el
motivo de la intervención por el delito de extorsión.
El detenido, Luis Enrique Morales Ocmín, fue conducido
hasta la sede de la DIVINCRI. En las próximas horas el juez decidirá si le da
comparecencia o decide su internamiento en el penal de Pucallpa.
COMENTARIO
Estos
casos de extorsión o de chantaje que hacen elementos infiltrados en la prensa
pucallpina, o sujetos que por años usando programas de radio y televisión se hacen
pasar como periodistas, es una realidad nos guste o no.
Y la
culpa, de que abunde tanto sujeto de esta calaña, desde mi modesto punto de
vista, la tienen también ciertos empresarios inescrupulosos que alimentan a ese
tipo de gente para que hablen bien de ellos y no los ataquen en sus negocios
turbios o transacciones comerciales amañadas con las entidades del Estado.
De igual
modo, ciertas autoridades elegidas o no y malos funcionarios que
pagan a esta gente para que los adulen y no se ocupen de las corruptelas que
saltan a la vista. Actitud que alienta a otros a delinquir mediante la
extorsión.
Hay
gente desocupada que deambula por las calles sin saber qué hacer para obtener
dinero y se mete a la prensa pensando hacer de las suyas. Ejemplos hay de
sobra. Sino no hubiera tanto “periodista” envileciendo a la profesión.
La
responsabilidad de que los chantajistas y extorsionadores se infiltren en la
prensa, la tienen de igual modo, ya no solo la mayoría de propietarios de los
medios de comunicación (radio y televisión) que alquilan sus espacios a
cualquier persona sin exigir credenciales, ni trayectoria en la comunicación
social.
También
(y esto es fundamental) lo tiene los directores o encargados de esos programas
que aceptan como sus colaboradores a estos potenciales chantajistas y
extorsionadores. Y una vez que logran infiltrarse en la prensa y hacerse
conocidos en las entidades públicas y privadas, se hacen de un espacio propio
en la radio y televisión solo para sus fines personales.
Volviendo
al tema de Olamsa (es una empresa procesadora de Palma Aceitera) y la contaminación del río Neshuya, parece que ello está
comprobado. Pero estaba siendo usado como arma por el sujeto detenido, con la
única finalidad de obtener dinero ilícitamente. Es decir, si Olamsa le daba lo
que exigía, entonces no se ocupaba más y se olvidaba del tema. Típica actitud
chantajista y extorsionadora.
En
Pucallpa, todas las autoridades elegidas o no saben quienes son los
chantajistas y extorsionadores de la prensa. Sin embargo, la mayoría de
autoridades y funcionarios se hacen de la vista gorda y lo que es peor se someten a la presión, hasta les dan trabajo
incluyendo a sus familiares. Pero lo hacen solo los que temen, solos los que
tienen rabo de paja, los que tienen algo que ocultar. Porque una buena
autoridad con valores éticos y morales no se deja intimidar por la extorsión y el
chantaje.
Igual
que un periodista que se respete y que se debe a la comunidad y a la opinión
pública, jamás emplea métodos delincuenciales. Si aborda un tema mediante la
crítica o el comentario, lo hace para que los problemas se solucionen. No con
el ánimo de sacar provecho personal mediante la extorsión, el chantaje, la
calumnia o la difamación.
Si bien, esta actitud
valiente del periodista tiene sus consecuencias al ser excluído de la
publicidad estatal y de las campañas de difusión de las diferentes entidades
públicas a cargo de los jefes de las oficinas de imagen que marginan a los
periodistas que se fajan por el bien común; es un riesgo que asume el
periodista que se respete de manera consciente, aunque ello signifique perder
su trabajo por falta de auspiciadores.
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